“La verdad es que se hicieron eternos esos primeros meses de la pandemia en los que no se podía entrenar. Después comenzamos con las actividades y desde febrero oficialmente trabajamos con las diferentes categorías, siempre tratando de llevar adelante la actividad a pesar de todo y de cuidar a los deportistas”, contó Racca, quien se nutrió de las ganas de nuevos profes: “Armamos un nuevo cuerpo técnico, jugadores del club que se recibieron de profes, como Adrián Caula que está a cargo de las formativas de varones. Entrenadores jóvenes con mucha afinidad que ayudaron a nutrir también a las inferiores y al primer equipo con una base local”.
En la primera femenina y masculina se apostó a jugadores del club, de la ciudad: “En primera siempre cuesta un poco sobre todo cuando no se contrata jugadores, pero nos fuimos acomodando con mucho entusiasmo por jugar hasta que llegó esta nueva suspensión”.
“Está claro que se realizan actividades y se generan movidas para entrenar, pero que la competencia es la que motiva a los chicos, los retiene en el club y nuestra idea es que ellos crezcan”, agregó.
“La idea es participar de la Liga Provincial, ser competitivos con nuestra base y si es necesario traer un refuerzo que sea en un puesto fundamental. El club está saneado en lo económico y nos gusta competir, en 2019 había muchas ilusiones pero lamentablemente el certamen no pudo terminar. Queremos que la asociación crezca y participar a nivel provincial”, analizó Tete Racca, quien destaca el trabajo en el femenino: “Estamos satisfechos por la cantidad de chicas que se juntaron. Ahora tratamos de entrenar en grupos para que no haya tantas jugadoras en el mismo horario”.
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