El plantel
Hernando Salles, Pablo Fernández, Diego Foradori, Alejandro Spigare, Eduardo Calvelli, Javier Bulfoni, Diego Belvedere, Diego García, Pablo Albanese, Alejandro Burgos, Roberto López y Alejandro Reinick. DT: José Cottonaro.
La campaña
Santa Fe 93 vs. La Pampa 61 Bulfoni 22
Santa Fe 86 vs. Corrientes 60 Salles 11
Santa Fe 96 vs. Buenos Aires 90 García 22
Cuartos de final
Santa Fe 97 vs. Tucumán 70 García 17
Semifinal
Santa Fe 97 vs. Río Negro 88 Bulfoni 22
Final
Santa Fe 77 vs. Entre Ríos 76 García 22
La espera de siete años llegó a su fin. La Federación Santafesina apostó al Argentino 2004 para ganarlo y volver a festejar. Y lo logró. Otra vez se logró reunir una constelación de figuras que quedaron a las órdenes de José Cottonaro para afrontar el torneo que comenzaría en Plaza Huincul y finalizaría en Neuquén. Las chances eran muchas y Santa Fe era el gran candidato aunque otras tantas veces viajó como seguro campeón y regresó con las manos vacías.
Cottonaro es un buen armador de grupos y dio el primer paso al llevar como número trece a Fernando Dobboletta, que había entrenado con el equipo y quedado afuera de la lista de doce. Además de la dirigencia, Santa Fe tuvo asistente, preparador físico, médico, kinesiólogo, utilero y todo lo necesario. No se dejaron detalles librados al azar.
Después de una demora en acomodarse (Plaza Huincul no estaba preparada para recibir a tantas delegaciones y periodismo), Santa Fe comenzó a entrenar en Petrolero y a formar un grupo que será recordado desde lo humano y lo deportivo.
Tras dos duelos relativamente sencillos, el primer choque serio fue ante Buenos Aires para ganar el grupo y pasar a jugar la etapa importante en Neuquén, algo que fue todo un alivio para la mayoría de los protagonistas y allegados, que recuperaron la comodidad de contar con alojamiento y comida más apta para los seres humanos.
El plantel se concentró en Cipolletti y demostró que la química grupal estaba intacta, con los jugadores conociendo su rol y tirando para el mismo lado. Tucumán pasó sin oponer resistencia en cuartos y Río Negro tampoco fue rival en las semifinales. Faltaba un paso. Ya se había escalado un lugar y evitado el ya insoportable tercer puesto. Enfrente estaba Entre Ríos en la final del 3 de julio.
Y Santa Fe dominó el partido, sin contundencia, sin que le sobre nada, pero dominó. El equipo entrerriano, que dirigía Fabio Demti, presentó a un Villares en buen nivel y un grupo acostumbrado a las finales de este tipo. Por eso le dio un susto a los santafesinos, que lo definieron en el cierre con una buena jugada defensiva de Roberto López, clave en la final con 20 puntos y 18 rebotes. El festejo fue emocionante, con toda la delegación apiñada en mitad de cancha y lágrimas en los ojos de varios dirigentes que soñaban con ese momento. El viaje de regreso fue largo, pero la Copa venía en uno de los asientos.
Síntesis
Santa Fe (77): Salles 4 (X), Diego García 22, Bulfoni 21, Roberto López 20 y Reinick 5 (FI); Pablo Fernández 0, Burgos 5, Foradori 0, Belvedere 0 y Calvelli 0. DT: José Cottonaro.
Entre Ríos (76): Cantero 21, Villares 6 (X), Heis 6, Riolfo 8 y Tintorelli 19 (FI); Zilly 4, Cabello 0 y Jawovsky 12. DT: Fabio Denti.
Progresión: Santa Fe 19-18, 40-31, 54-59 y 77-76.
Arbitros. Alejandro Chiti, Daniel Rodrigo y Alejandro Ramallo.
Los protagonistas, 16 años después
Pini Salles: “Me tocó la habitación con el Pollo López y Pablo Fernández, que contaba historias hasta las 5 de la mañana y también hacíamos algunas visitas al casino. El primer partido duro fue frente a Buenos Aires, que ganamos en suplementario. Íbamos dos puntos abajo y Diego García metió un triple de 9 metros, tres segundos fuera de término, al final cobraron dos puntos y fuimos a tiempo extra”, recuerda como detalles salientes Hernando Pini Salles, quien destaca que “el Pollo, Diego García y Bulfoni la rompieron”.
Alejandro Burgos: “Recuerdo las batallas multitudinarias de counter strike en los cibers (que antigüedad) de Rosario y de Neuquén o Cipolletti y un par de imágenes más, como irme solo a Museo Arqueológico de Plaza Huincul, o la campera de cuero que usaba el Tanque Belvedere. La verdad fueron muy lindos momentos y teníamos tremendo equipo en años dorados del Argentino. La preparación y el viaje armaron gran grupo que consiguió el objetivo”.
Alejandro Reinick: “Siempre disfruté de jugar los Argentinos, pero este en especial en Neuquén fue importante porque era una base de jugadores que se repetía y que se mantuvo varios años. Era un buen grupo, que tenía ganas de reencontrarse cada año y con muchos jugadores de Liga y esa vez la mayoría había podido ir. Cotto (José Cottonaro) supo llevar al grupo desde el inicio de los entrenamientos en Rosario y fuimos a Neuquén con expectativas de ser campeón. Se jugó bien y fuimos campeones invictos, aunque sufrimos en la final hasta la última pelota. Ellos tenían un equipazo. Los argentinos tenían gran nivel, eran muy competitivos y volver a salir campeón de visitante para Sante Fe era un gran logro, porque me acuerdo que yo había estado también en el anterior título que fue en el 97 en La Rioja. Es uno de los grandes recuerdos que tengo jugando al básquet. Espectacular desde su comienzo hasta el último minuto”.
Roberto López: “Fuimos con un equipo muy bueno y ganamos casi todos los partidos bien. En la final sabíamos que Entre Ríos nos iba a complicar. Tenían a Tintorelli, Cantero, Riolfo, y llegamos a un final muy cerrado, ganábamos por uno y ellos jugaron por el perímetro, entonces yo fui cambiando con uno, con otro y cuando se terminaba el partido quedé defendiendo a Pablo Jaworski, le salté al tiro y el tuvo que definir sobre la marca y no pudo meterla. Eso nos dio una gran alegría porque desde el 97 no ganábamos. Fue un gran grupo y se logró lo que siempre busca Santa Fe. Gran festejo y muchas horas de viaje de regreso para llegar a Rosario ya entrada la noche”.
Diego García: “Es un recuerdo maravillo porque era jugar para mi provincia. Se armó un grupo muy bueno, en el que cada uno sabía lo que tenía que hacer y con gran química desde el comienzo del trabajo en Rosario. Había jugadores de diferentes categorías, incluso de torneo local, pero todos participaron. El viaje fue muy bueno y el torneo duro con grandes equipos. Fue redondo y todavía me acuerdo del festejo porque conservo muy buenos amigos. Hubo mérito de la dirigencia en la preparación como veo que se sigue haciendo en los seleccionados de la provincia y después un buen trabajo del cuerpo técnico y de los jugadores”.
Diego Belvedere: "El grupo era espectacular, grandes personas y jugadores. Todos muy positivos e incluso con muchos sigo teniendo relación, son los mejores recuerdos y el cariño para todos, el cuerpo técnico, Mario el kinesiólogo, los periodistas que acompañaron. Por ahí no nos podemos ver por las distancias. Fuera del básquet recuerdo la buena dupla de casino que hicimos con Pini Salles. Por todas esas cosas en lugar de jugar para Buenos Aires yo lo hacía para Santa Fe".
La yapa, el sitio de la Federación de Entre Ríos recuerda el video del cierre
|
