La volcada se grita fuerte en Venado Tuerto, motiva, levanta al equipo…
El triple entra limpio en Rosario, abre defensas, de esas que complican y condicionan un partido…
Hay doble técnica en Vera y alguien debe salir del rectángulo no sin alguna que otra queja…
Desde temprano se eriza la piel en Cañada con el inconfundible ruido de la frenada de la zapatilla contra el piso de madera…
Y claro, en Firmat, Gálvez, Carcarañá, Reconquista, Sunchales, Esperanza, Santa Fe, Correa, Santo Tomé se escucha picar la pelota, a cuadras de los estadios ya se siente el rumor a básquet, ese sonido que es un sentimiento.
La provincia volvió a jugar con sus torneos y semana a semana a estas ciudades se les irán sumando muchas más, algunas que los jóvenes nunca podrían conocer si no fuera por esta pasión que trasciende lo puramente deportivo.
Claro que también hay responsabilidad, cuidados, porque a este logro hay que cuidarlo, protegerlo, como a cada uno de los protagonistas y familiares. Y esa consigna se sigue con fiereza, con la misma desgarradora intensidad que se tironea para quedarse con una pelota entre dos.
Y hay organización, de esa que se disfruta con placer desde la Federación Santafesina, sus comisionados, sus árbitros. Es programar, es designar, es fiscalizar y estar atentos a las reglas, pero con un objetivo de fondo: jugar.
Fueron 44 elencos entre U19 y U15, más siete seleccionados y un selectivo regional los que vivieron las primeras dos semanas de competencia y ya están listos muchos más para sumarse en estos días, en masculino y femenino.
Son cientos de jugadoras y jugadores en un rectángulo desde que las autoridades dieron el okey para el regreso. Y no hubo noticia tan esperada
Fueron miles de puntos y vendrán más
Fueron cientos de fotos de los papás recorriendo las redes sociales y vendrán más
Porque el deporte es mucho más que deporte
Porque el básquet de Santa Fe es mucho más que básquet
|