—¿Qué el reconocimiento venga de parte de una elección en la que votan los entrenadores es algo especial?
—Siempre. Si hay alguien que sabe y ve de qué se trata este juego, es un técnico. Siempre llena de orgullo que tu trabajo sea bien visto por ellos.
—¿Qué tuvo este año de diferente para que tengas un reconocimiento tan masivo?
—El año pasado jugué más de media temporada arrastrando una lesión y me tuve que restringir a hacer lo que la rodilla me dejaba. Al terminar la campaña, los dirigentes me hicieron el aguante y pude realizar un tratamiento de dos meses que me ayudó a tener más armas este año. De todas maneras, la principal causa son mis compañeros de equipo. Ellos son mis amigos dentro y fuera de la cancha. Ellos y el Vasco (Aispurúa, el DT) son los principales hacedores de esto porque me dan la confianza que necesito para desenvolverme libremente. Cuando protesto conmigo mismo después de errar un tiro lo hago porque siento que defraudo a los chicos. Pero esto no termina acá, tenemos que coronarlo con un ascenso.
—Hay localías muy fuertes y ocho buenos equipos en playoffs. ¿Lo ves así?
—Está muy duro y muy bueno el torneo, por eso siempre comentamos con los chicos que es muy importante ganar afuera. Te crea chapa. Te crea un aura que dice, ‘ojo acá viene estos muchachos que juegan igual de local que de visitante. Y para ser campeón hay que ganar en todos lados.
—¿Ya vieron algo de Puerto, el rival?
—Vimos los videos, pero ya los conocemos y se basan en Gaido, Nacho Fernández y Sabatini. Trabajaremos para anularlos, pero lo más importante es tener la defensa en la cabeza, por más que tengamos un buen ataque nos hacemos fuertes cuando defendemos bien, porque además te da la chance de poder equivocarte adelante.
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