“Para mí la clave para ganar el torneo pasó por tres pilares fundamentales. Primero la intensidad defensiva; después el juego de equipo en ataque y por último la unión del grupo dentro y fuera de la cancha. Pudimos lograr un grupo humano hermoso”, explicó Ciprián, quien amplió sobre el juego: “basquetbolísticamente fuimos de menos a más en el torneo, creciendo siempre con el equipo como prioridad y todos por debajo”.
Sobre las particularidades propias de la categoría U13, el entrenador de Rivadavia analizó: “Tiene mucha particularidades, como la de jugar con todos los chicos, el tema de la defensa ilegal, las pérdidas, la pelota chica, las imprecisiones. Pero es una división hermosa para trabajar porque se ve mucho el trabajo que uno puede o intenta hacer”.
Sobre la ventaja que representa tener más opciones a la hora de elegir jugadores y contar con un plantel más amplio que el reto, Ciprián fue claro y sincero: “Nosotros y Rosario tenemos otras posibilidades, creo yo, por la cantidad de jugadores con los que contamos. Eso es siempre una ventaja”.
Y también le dedicó un párrafo a la gran tarea de Noroeste y de su figura Gastón Bertona. “No me sorprendió porque conocía a Bertona del Argentino de Clubes y estábamos convencidos que el equipo de Noroeste iba a ser un gran rival. Lo que no sabíamos es que tan acompañado iba a estar”, amplió, para luego mostrarse conforme con el nivel del torneo: “Hubo mucha paridad y nivel. Creo que estuvimos un pasito arriba y nos quedamos con el torneo porque encontramos un buen funcionamiento colectivo”.
Ciprián fue acompañado por Santiago Perlo, de Banco, como asistente, y agradeció a los que lo apoyan en esta pasión: “A mi familia que me acompaña, en especial a mi mujer, mis hijos y mi hermano. A la gente de la Asociación Santafesina que confió en mí y me dio esta oportunidad. Y lógicamente a los jugadores que formaron parte del proceso y a toda la gente de mi club”. |